Escuchar y ser escuchado Sirve para prevenir conflictos y malos entendidos . Para estrechar relaciones. Para apreciar que hace único al otro, cómo siente, cómo piensa, cómo afronta la vida, porqué es como es… Y todo eso, aunque no seamos conscientes de ello, nos ayuda a descubrir más de nosotros mismos.Los seres humanos necesitamos que nos escuchen. Necesitamos que haya alguien ahí que preste atención a lo que pensamos, a lo que sentimos, a lo que deseamos…
También debemos escucharnos a nosotros mismos: los gemidos de nuestro cuerpo, la alarma de nuestros suspiros, los sollozos del alma, porque en el aprendizaje de la escucha está el remedio que necesitamos. Con la escucha atenta podemos ayudar más de lo que imaginamos a otros; pero con la escucha a nosotros mismos aprenderemos a discernir las razones de todo aquello que nos inquieta.
Yo creo que la escucha perfecta se da precisamente cuando es recíproca, cuando se establece un vínculo entre ambas personas, pues en el caso de ser siempre unilateral, el "escuchante" termina por sentirse utilizado y la relación entre ambos no es de igualdad,la verdad es que hay mucho “sordo” que no se escucha a si mismo y difícilmente pueden escuchar a lo demás.En verdad, una cosa es hablar un par de minutos para avisar, resolver, preguntar; y otra cosa es llegar a conversar, expresar, compartir las ideas respecto al negocio, la labor, el momento de vida, los retos diarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario